Por René Garreaud*/
El “invierno altiplánico” comenzó de manera intensa y algo prematura a mediados de Noviembre, con copiosas precipitaciones en el sector Boliviano y Peruano de los Andes centrales, como lo muestra el siguiente mapa con la acumulación entre el 20-29 Nov 2024 (datos IMERG V07). Lamentablemente, esto ha ocasionado afectaciones negativas en varios departamentos de Bolivia.
En las tardes de este periodo las tormentas se han extendido hasta el borde Chileno del Altiplano, como lo muestra la imagen adjunta de comienzos de la semana pasada.
Precipitaciones sobre lo normal son esperables bajo “La Niña” aunque aún seguimos a la espera de la declaración oficial de esta condición. Desde un punto de vista más local, las fuertes precipitaciones sobre el Altiplano son atribuibles a la activación de la Alta de Bolivia (AB), produciendo vientos del este sobre los Andes centrales que pueden transportar aire húmedo desde el interior del continente. Esta circulación en la troposfera media y alta se esquematiza y visualiza en las figuras anteriores, pero es más evidente en los análisis CDAS de la NOAA que se reproduce a continuación, donde los paneles superiores son el promedio 23-29 Nov 2024 y los inferiores son las anomalías (diferencia con la climatología):
Aquí es evidente que la AB ha estado más intensa que el promedio y situada levemente al sur de su posición habitual, causando vientos del este sobre los Andes centrales. Por otro lado, el chorro del norte en niveles bajos (LLJ) es más o menos normal sobre Bolivia, pero bastante más intenso sobre el sur de Brasil y Paraguay. Eso parece haber alimentado las fuertes tormentas sobre el norte de Argentina los días anteriores.
Muchos de los trabajos sobre el clima estival de Sudamérica indican que la AB es producto de la liberación de calor latente sobre el interior del continente y la SACZ, citando el paper seminal de Lenters & Cook (1997). Eso es correcto considerando el promedio estacional, pero parece no ocurrir en este inicio de temporada. Como se aprecia en los mapas de precipitación, las precipitaciones han sido deficitarias sobre la Amazonia, el sur de Brasil y la SACZ.
¿Qué estará causando esta “Alta de Bolivia en esteroides”? Una posible explicación es el forzamiento originado en el Pacifico tropical viajando como una onda de Rossby como lo sugiere la alternancia de núcleos de positivos (bajas) y negativos (altas presiones) de anomalías de la función corriente en la figura siguiente. El último nodo de la cadena justamente corresponde a la AB. (Esto es muy especulativo y probablemente alguien puede aportar más antecedentes).
Más allá de su origen, sería muy interesante tener un producto operacional de diagnóstico y pronóstico de la AB que permita hacer un seguimiento de su posición e intensidad, de la cual podemos inferir algunos aspectos de la preocupación sobre los Andes centrales.
*Departamento de Geofísica, Universidad de Chile, Blanco Encalada 2002, Santiago, Chile & Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2)
LENTERS, J. D., and K. H. COOK. “On the Origin of the Bolivian High and Related Circulation Features of the South American Climate.” Journal of the Atmospheric Sciences, vol. 54, no. 5, 1997, pp. 656–77, Tags: Altiplano, Chile, Perú, Precipitación